jueves, 15 de noviembre de 2007

La guerra


La Guerra Civil



En este mundo hay muchos millones
De gente, todos no somos iguales
Unos a otros somos diferentes
Las envidias y los odios son frecuentes
Del 1936 a 1939 en España todos
Estuvimos desunidos a causa de las
Envidias hasta buscar la muerte
Pero no murieron los inteligentes
Sobre todo morían los borregicos
Que no salíamos de los frentes
Teníamos una consigna
Hay que resistir con pan y sin pan
3 años de batallas y vaya que vaya
podíamos haber vivido mejor
Yo abandoné a mi familia
Con 18 años, le decían “La Quinta
El Biberón”, al frente en contra de
Mi hermano que le cogió en la
Otra zona tenía 27 años
Pero lo puedes creer
Ví un cadáver enemigo y creí que
Era él


Tuve ese sentimiento en mi corazón
Hasta que me enteré después de la
Contienda que yo estaba en un campo
De concentración
Entonces pedí un aval político y me
Lo mandaron de momento y me
Fui a mi casa bien contento
A esto que oscurecía puse los pies
En “El Mentidero”, mi primo López
Estaba allí dio una voz
Que retumbó en el firmamento
Diciendo ¡Prima, ya está aquí
Tu hermano!
Mis 2 hermanas bajaron al
Instante, pero me besaron y con llorar
Un poco no fue lo bastante
Subí las escaleras de mi casa
Me dio mucho sentimiento cuando
Mi padre lloraba que nunca
La había visto llorar ni un momento
La casa de mis padres estaba
Entristecía porque faltaba yo
La casa de mis padres
Se resucitó como en la iglesia
Cuando resucita El Señor
Mi familia no tuvieron venganzas
De ningún bando, no éramos
Políticos


Ahora contaré un poco de mi vida
En agosto de 1937
Fue la primera vez que pisé
Al frente nos metieron de noche
A relevar a una compañía aquella
Era una cuña, en aquella posición no
Andaban las Gardoñas al cuerpo
Descubierto no había trincheras y
Cada 16 minutos 70 morterazos
Durante toda la noche y de día la
Artillería durante una semana


Dicha semana comíamos cada
24 horas cuando se hacía de noche
nos llamaban al rancho
Así durante una semana
3 meses que estuvimos allí
me tocó entrar a aquella cuña
Con decirte que en mi escuadra
El cabo y 5 soldados por fin
Por suerte quedamos el cabo y yo
Ella no tenía quien me relevar
De la guardia que teníamos y de
Otra escuadra sacaron a uno
Y un señor, un tal
José Castillo Camen Fortes, pero de pronto
Se quedó el cabo solo, nos pasamos
Los dos ametralladora
Nunca me ha pasado el cambio
Que dimos con seguridad que allí`
Encontré mi felicidad, fuimos
A este a una guerra y quedamos
La mitad

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