
2 dos
En las montañas que lindan con Teruel se veía finalizar una ofensiva, la 4ta Brigada en la que yo estaba, nos encontrábamos en Jatiba a 60 kilómetros de Valencia y otros pocos en Sollana. A todos nos reunieron y nos llevaron a un frente desmantelado, le decían “La Cuña”, yo iba en la 1ra. Compañía de la Brigada 49 Batallón 196. Entramos de noche a dicha cuña donde allí no andaban ni las gardenias, no había parapetos, ni trencheros, todo a cuerpo descubierto y comiendo cada 24 horas, el suministro lo metían en la cuña.
3 tres
Cuando oscurecía porque no podían entrar de día porque las balas se las comían y ya no había más comida hasta el otro día. Pero sí teníamos cada 15 minutos 70 morterazos toda la noche y durante el día la artillería y así durante toda la semana que estaba la compañía. 3 meses que estuvimos en aquella posición la cual dominaba la Brigada 49, pues 3 semanas que tuve que entrar en La Cuña después ya había trincheras, pero el fuego no cesaba.
A los 2 meses ya se cansaron y no era tan contínuo. Cuando entramos en aquella posición, la escuadra en la que yo iba éramos 5, el cabo y 4 soldados, pero a los 3 meses de estar allí sólo quedamos el cabo y yo, no tenía quien me relevara de mi puesto de guardia, el primero se murió, el segundo se pasó al otro bando enemigo y el tercero se marchó para su casa, un tal Ricardo
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